jueves, 10 de marzo de 2011

Casa de Oración para todos los Pueblos…

Por: Jonathan Colina



Shalom, en esta oportunidad quiero plasmar bajo la voluntad de nuestro Rey Justo este escrito, esperando que sea de bendición y reflexión para todos aquellos hijos del Eterno, temerosos y obedientes de su instrucción.
 Es importante resaltar que el servicio a nuestro padre no es por dos horas a la semana, ni de domingo a domingo, o solamente ir a las convocaciones y desaparecerse hasta la próxima convocación, ¡No! El servicio a nuestro Padre es constante, las 24 horas del día, los 7 días de la semana, todos los días del Mes y los 365 días al año, como expresa el salmista: “todo lo que respire alabe a Adonai”.

 Como hijos del altísimo debemos vivir cada instante en su presencia, no es solo un fin de semana, es un servicio continuo en cada momento de nuestra vida; por ello muchas veces vivimos como religiosos, teniendo al Padre como parte de nuestra vida y no como la vida, y sobre todo cuando expresamos que lo es con nuestros labios, pero nuestros hechos demuestran lo contrario.
 Es así como hemos tenido una mala concepción del servicio, donde de lunes a viernes nos enredamos en los negocios de la vida (estudio, trabajo) y el domingo es cuando nos toca ir, ¡y eso que vivimos una vida de reino!... 

Cabe destacar que los hijos del reino son indiferentes del servicio de oración, donde el Padre nos invita a intimidar con Él, y salen a reducir las excusas, “llegue cansado del trabajo”, “voy otro día”, “hay poco transporte”, “hoy no va casi nadie”, “solo es el servicio de oración” entre otras, sin embargo cumplen con el trabajo, los estudios, las actividades pero cuando llega el momento de la cita con el Eterno nos hacemos de la vista gorda a nuestro compromiso. 

Todo el día el Padre celestial está extendiendo sus manos a un pueblo rebelde y apático que anda en sus deleites y pensamientos, ajenos al compromiso adquirido con el Rey Eterno, pero aun así ¡Bien, gracias!, dándole la espalda a nuestro Padre. Entonces ¿cuál es la diferencia entre los creyentes que expresa Hechos 2 y los de hoy? Ellos perseveraban en la palabra de los apóstoles, en la comunión, en el partimiento del pan, y en las “ORACIONES” (Hechos 2:42). 

Los creyentes de hoy establecen ciertas doctrinas ajenas a las palabras de los apóstoles, no se toma en cuenta el partimiento del pan, y es triste porque aquellos que si lo practican se hacen ajenos a la “COMUNIÓN EN LAS ORACIONES”. 

Por otro lado el salmista expreso en varios momentos: “en la casa de Adonai habitare por largos días”; “es mejor estar un día en sus atrios de mil fuera de Él”, el hijo del Eterno expresa: “en la casa de Adonai habitare por un rato”, “de domingo a domingo”, para él es mejor estar un día en el trabajo y no en el Padre celestial.

 En este tiempo profético es importante retomar nuestra relación con el Eterno, debemos reflexionar en las decisiones que tomamos porque muchas veces demuestran desprecio hacia El. El profeta Isaías y que luego el Mesías cito dicha profecía estableció: “Mi casa será llamada casa de oración para todos los pueblos” (Isaías 56:7; Mateo 21:13), entonces debes prepararte porque si eres ajeno al servicio de oración no podrás estar en la capacidad de los tiempos proféticos, lee muy bien “casa de oración para todos los pueblos”… Bendiciones.

domingo, 6 de marzo de 2011

Carnaval, “una oportunidad para disfrutar y exhibir la carne”

Por: Jonathan Colina


Shalom, cuando comenzamos a evaluar todas las acciones que se cometen en el mundo, nos damos cuenta el gran vacío del Padre celestial en sus vidas; solo guiados por una seria de celebraciones, creencias, vanidades, hedonismo que no tienen su origen en el Eterno, sino en hombres que sin temor a Él, establecieron dichas creencias divorciados del pensamiento del creador. 

Cada día el ser humano se hunde en medio de sus actos, yendo a un abismo autodestructivo por la dureza e ignorancia que existe en sus corazones, proclamando que creen en “Dios”, pero actuando en su contra.

 El mundo gira y el tiempo pasa y las personas aun siguen en su vana vida, actuando tradicionalmente por un vicio costumbrista que carece de sentido y de propósito, por ello vemos que cada año se preparan con expectación para carnaval, accionando en el mismo vacio por la carencia de impartición del Eterno y su reino, es así como adoptan celebraciones paganas; esas costumbres satánicas que afectan su vida física y espiritualmente.

 Por ello todos los años van a la playa a divertirse, recrearse y pasarla bien, pero por otro lado también hay accidentes, muertos, pleitos y rivalidades por el mismo colapso de las personas. Entonces nos damos cuenta que el ser humano es su propio enemigo, mientras más tratan de reafirmar sus pasos en su creencias, mas se hunden en la vanidad de su mente; por ello vemos todo el show de los niños y niñas con sus disfraces; creándoles falsas esperanza en todo un mundo de fantasías y desilusiones, niños que le colocan disfraces satánicos, o personajes demoniacos sin saber que en ese pequeño detalle lo está ofreciendo al reino de las tinieblas, así como también niñas en traje de baños y a pesar de ser tan pequeña mostrando su desnudez, luego cuando crece con ese habito los padres se preguntan las malas decisiones de las hijas en cuanto a embarazos, cuando en realidad los culpables son ellos porque desde pequeña no le impartieron decoro y prudencia. Esta celebración se caracteriza por la exhibición de la carne, la depravación, el alcoholismo, lujuria, violencia, obscenidad y sexo desenfrenado; toda una serie de actos hedonistas porque va enrumbado a satisfacer sus placeres carnales. 

Otro aspecto en común que podríamos mencionar, es el uso de máscaras y disfraces, que ya eran usados en las celebraciones de los ídolos paganos en la antigua Grecia y Roma, y que, antes como ahora, sirven de armadura que entusiasma a quienes quieren cometer sus travesuras sin ser reconocidos o dar rienda suelta a sus bajas pasiones.

 Por otro lado según la mitología griega, Momo es hijo del sueño y de la noche; y es el dios de la burla, el sarcasmo y la ironía. Se conocía a Momo como el protector de quienes se entregaban a la locura, al escándalo, a los vicios y a los excesos. Era representado como un bufón, con un gorro con cascabeles, un cetro y una máscara. Actualmente, Momo es la figura central de los carnavales. Por ende todas estas acciones van dirigidas a dioses extraños, a esas deidades paganas, de allí la expresión carnaval: carne a baal (uno de los nombres de satanás) y es evidente que la depravación de la carne es el punto de honor en esta festividad. No améis al mundo ni las cosas que hay en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo: la codicia de la carne, la codicia de los ojos, y la soberbia de la vida, no viene del Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad del Eterno permanece para siempre (1 Juan 2:15-17). @Jonathanor7