jueves, 16 de diciembre de 2010

El espíritu de la navidad y su hipocresía…




Moréh Jonathan Colina

Shalom, este pequeño escrito no ha sido plasmado con la intención de polemizar, criticar, juzgar, desacreditar ni señalar, sino que motivado bajo el deber y responsabilidad de extender la verdad del engaño en la cual se hace partícipe esta sociedad; alejados del Eterno y sus principios de reino que nos preservan la vida, es necesario llevar un mensaje de luz. 

Esta es una época donde las personas se sumergen en toda esta celebración que si bien es cierto no tiene nada que ver ni con el nacimiento del Mesías, ni mucho menos guarda relación con el Eterno. 

Lo que más me llama la atención es ver que no solo la navidad se ha insertado como parte de la tradición, sino que ahora es una nueva creencia conocida como “el espíritu de la navidad”; la cual es una tradición de origen nórdico, que paulatinamente se introdujo en Venezuela y otros países y que es celebrada cada 21 de Diciembre. 

Esta creencia enseña que ese espíritu llega a la tierra en un momento dado, y es una energía que viene desde del centro de nuestro sistema estelar y que llega año tras año para repartir, más que cosas materiales, aquello de lo cual los seres humanos no pueden desechar: paz, amor, armonía y alegría”. 

Por eso la casa es decorada con adornos navideños, donde el dios Odín (san Nicolás) es el protagonista. Se abre la puerta y las ventanas para que el “espíritu de la Navidad” pueda entrar y quedarse en la casa, las personas deben esperar afuera y entrar después de esa hora, ya que es el espíritu el que les invita a entrar, y es que debe tomar posesión de toda la casa”.

Lamentablemente el ser humano es tan fácil de aceptar las creencias, sin cuestionar su origen, colocando su confianza en un espíritu extraño, perteneciente al reino de las tinieblas (ocultismo y metafísica), pues su propósito es adormecer las conciencias de las personas, haciéndole ver momentos gratos y armoniosos, llenos de dicha y felicidad, pero que detrás de ello está inmerso la hipocresía, engaño, maldad y la destrucción. 

Son momentos en los cuales el ser humano piensa que está viviendo lo mejor, y por eso se expresa en abrazos, amor, reuniones familiares, compartir, intercambios, y supuestamente todo se hace por el nacimiento del “niño Dios”, pero esos momentos suelen decaer en enero cuando se retoma el odio, la ira, el rencor y la falta de amor, por ello todo esto está divorciado de la escritura y de nuestro rey El Mesías. 

¡Cuántas veces leemos o escuchamos a alguien y aun peor a los llamados cristianos diciendo: “¡Y que el espíritu de la Navidad les traiga felicidad y amor en estas fiestas tan señaladas!” o algo así como “se siente el frío del espíritu de la navidad”. 

Y solo expresan la ignorancia que existe en sus corazones, guiados por sus creencias satánicas, la escritura establece: 

“en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios; dichas enseñanzas provienen de la hipocresía de mentirosos” (1 Timoteo 4:1-2). 
En fin, la navidad no deja de ser una época llena de hipocresía, donde todo el mundo se ama y perdona para luego los próximos meses seguir en rencor y odio; sobre todo comercial y consumista porque "beneficia" a muchos y arruina a demasiados.

Así que, reflexionemos sobre este asunto y de alli la importancia de reconocer que es necesario evaluar el origen de las creencias de hoy día, porque se pudiera estar haciendo algo con buena intención pero que detrás de todo esta obrando el maligno y en lugar de darle entrada a la presencia del Eterno, se le pudiera estar dando entrada a espíritus extraños. 


Bendiciones. @jonathanor7

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