domingo, 6 de marzo de 2011

Carnaval, “una oportunidad para disfrutar y exhibir la carne”

Por: Jonathan Colina


Shalom, cuando comenzamos a evaluar todas las acciones que se cometen en el mundo, nos damos cuenta el gran vacío del Padre celestial en sus vidas; solo guiados por una seria de celebraciones, creencias, vanidades, hedonismo que no tienen su origen en el Eterno, sino en hombres que sin temor a Él, establecieron dichas creencias divorciados del pensamiento del creador. 

Cada día el ser humano se hunde en medio de sus actos, yendo a un abismo autodestructivo por la dureza e ignorancia que existe en sus corazones, proclamando que creen en “Dios”, pero actuando en su contra.

 El mundo gira y el tiempo pasa y las personas aun siguen en su vana vida, actuando tradicionalmente por un vicio costumbrista que carece de sentido y de propósito, por ello vemos que cada año se preparan con expectación para carnaval, accionando en el mismo vacio por la carencia de impartición del Eterno y su reino, es así como adoptan celebraciones paganas; esas costumbres satánicas que afectan su vida física y espiritualmente.

 Por ello todos los años van a la playa a divertirse, recrearse y pasarla bien, pero por otro lado también hay accidentes, muertos, pleitos y rivalidades por el mismo colapso de las personas. Entonces nos damos cuenta que el ser humano es su propio enemigo, mientras más tratan de reafirmar sus pasos en su creencias, mas se hunden en la vanidad de su mente; por ello vemos todo el show de los niños y niñas con sus disfraces; creándoles falsas esperanza en todo un mundo de fantasías y desilusiones, niños que le colocan disfraces satánicos, o personajes demoniacos sin saber que en ese pequeño detalle lo está ofreciendo al reino de las tinieblas, así como también niñas en traje de baños y a pesar de ser tan pequeña mostrando su desnudez, luego cuando crece con ese habito los padres se preguntan las malas decisiones de las hijas en cuanto a embarazos, cuando en realidad los culpables son ellos porque desde pequeña no le impartieron decoro y prudencia. Esta celebración se caracteriza por la exhibición de la carne, la depravación, el alcoholismo, lujuria, violencia, obscenidad y sexo desenfrenado; toda una serie de actos hedonistas porque va enrumbado a satisfacer sus placeres carnales. 

Otro aspecto en común que podríamos mencionar, es el uso de máscaras y disfraces, que ya eran usados en las celebraciones de los ídolos paganos en la antigua Grecia y Roma, y que, antes como ahora, sirven de armadura que entusiasma a quienes quieren cometer sus travesuras sin ser reconocidos o dar rienda suelta a sus bajas pasiones.

 Por otro lado según la mitología griega, Momo es hijo del sueño y de la noche; y es el dios de la burla, el sarcasmo y la ironía. Se conocía a Momo como el protector de quienes se entregaban a la locura, al escándalo, a los vicios y a los excesos. Era representado como un bufón, con un gorro con cascabeles, un cetro y una máscara. Actualmente, Momo es la figura central de los carnavales. Por ende todas estas acciones van dirigidas a dioses extraños, a esas deidades paganas, de allí la expresión carnaval: carne a baal (uno de los nombres de satanás) y es evidente que la depravación de la carne es el punto de honor en esta festividad. No améis al mundo ni las cosas que hay en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo: la codicia de la carne, la codicia de los ojos, y la soberbia de la vida, no viene del Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad del Eterno permanece para siempre (1 Juan 2:15-17). @Jonathanor7

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