Shalom, da dolor ver tantos asesinatos, engaños, hurtos y crisis dentro de este sistema contrario, pero aun da mayor dolor ver en la crisis que ha caído las diversas religiones indistintamente cual sea su denominación, porque aunque vemos todo este caos dentro del mundo, es más triste ver asesinatos en las iglesias por mostrarle un camino divorciado del creador, engañándolos y adormeciéndoles sus conciencias por hacerles creer que el favor del padre celestial se compra a cambio de dinero y trueque. Es así como han utilizado el nombre del Eterno y su escritura para decir y hacer lo que les place, asumiendo los santos mandamientos como un asunto selectivo para hurtar a las personas, llamando a que “traigan dinero”, a que “pacten con Dios”, a que “hagan voto” y “den una semilla”, lo más curioso es que aseguran no estar bajo la ley, pero asumen mandatos que precisamente están en la ley, ¿por qué ese doble discurso?...
Cuando estudiamos la escritura el mismo creador establece las bendiciones y maldiciones, depende de nosotros y de las decisiones que tomemos para recibir las consecuencias de las mismas, sean buenas o malas. La misma escritura expresa: “Y por haber obedecido la voz de YHVH tu Padre, vendrán sobre ti y te alcanzarán todas las bendiciones” (Deuteronomio 28:2), la gran incógnita seria ¿porque las bendiciones no nos están alcanzando? y tenemos que hacer trueques con el padre para que nos pueda “bendecir”, claro por decir que es el Padre, pues es evidente que el Padre derrama sus bendiciones no por intercambio, sino por obedecer sus mandamientos. El asunto es que para muchos los mandamientos o la ley deja de tener vigencia cuando el Mesías se presenta para desplazarla por la gracia, sin embargó el mismo dijo que no había venido a abrogarla sino a darle su verdadero cumplimiento o interpretación (Mateo 5:17), entonces ¿qué voz estamos oyendo? ¿La del padre o la interpretación de los hombres? si oyéramos la voz del creador tendríamos la recompensa como resultado de obedecerle. El problema es que el hombre ha creado caminos torcidos y que su final es doloroso, ha interpretado un evangelio diferente al original, pero el mismo pablo dijo que cualquiera que lo enseñe diferente el tal sea maldito (Gálatas 1:8).
Indudablemente por caminar en una senda contraria al padre, por enseñar un plan de redención diferente al original, están acarreando para sí maldición, pues no están oyendo la voz del Padre para ser bendecidos en gran manera. Estamos llegando a un gran nivel de apostasía y herejía, y en lugar de que el Mesías sea el deseado de las naciones, el dinero ha ocupado tal puesto en el corazones de los ministros, ciertamente Pablo le advirtió a Timoteo que en los últimos tiempos habrían “amigos del dinero y de los placeres más que del Padre” (2 Timoteo 3:2).
Mientras hoy día se enseña que hay que darle al Eterno a través de los pactos, votos y semillas para que el té de a ti, el Mesías simplemente enseño que buscáramos primeramente el reino del los cielos y su justicia y TODAS las cosas os serian añadidas (Mateo 6:33). El grave error es que se ha concebido un mal concepto de reino, siempre de palabras y no de hechos, recordemos que el reino también posee una cultura y esa es la revelada por el padre en su Torah (mal llamada ley), por eso el propio padre le dijo a Josué: “Solamente esfuérzate y sé muy valiente, cuidando de hacer conforme a toda la Ley que mi siervo Moisés te ordenó. No te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que tengas buen éxito dondequiera que vayas. No se aparte de tu boca el Libro de esta Ley. De día y de noche meditarás en él, para que cuides de hacer conforme a todo aquello que está en él escrito, porque entonces harás próspero tu camino, y tendrás buen éxito” (Josué 1:7-8). Entonces, ¿porque no tenemos éxitos en los proyectos?, ¿porque no somos prosperados? ¿Por qué esperamos el financiamiento del padre?, ¿por qué tenemos que intercambiar con el dueño del oro y la plata? ¿Sera que alguna cantidad de dinero pueda sorprender al Padre? ¿Sera que él me bendice en base a la cantidad que le dé? ¡No! El creador de vida simplemente nos bendice cuando ponemos en práctica sus mandamientos, cuando oímos su voz y caminamos en dirección de su evangelio que nos lleva al reino.
No somos prosperados ni tenemos éxito por darle la espalda a su instrucción y asumir la gracia como libertinaje. En el evangelio del reino la prosperidad viene como resultado de obedecer al Padre, en el evangelio financiero viene como resultado de hacer trueque con “Dios”. En el evangelio del reino el Padre estableció sus ministros para guiar a un pueblo por medio de su instrucción, en el evangelio financiero los ministros se han transformado en grandes empresarios y seguidores de mammon (dios de las riquezas).
¡Criticamos la actitud del joven rico y actuamos peores que él!