miércoles, 22 de mayo de 2019

Valórate Mujer


Por: Iesarela Colina

Todos fuimos creados a imagen y semejanza del Señor, cada uno fue creado con propósito, delante de Él todos somos su creación perfecta y toda una vida no nos alcanzaría para agradecerle por tanto amor y bondad con nosotros.

Fuimos creadas de la costilla del hombre, no de los pies para ser pisoteada, tampoco de la cabeza para ser superior, sino del lado para ser igual, debajo del brazo para ser protegida y al lado del corazón para ser amadas y valoradas.

Llena de carácter y ejemplo es una mujer que a pesar de todo merece que la encuentren por la perla preciosa que esconde dentro de sí misma y que solo aquel que la vea como esa esencia única y luz que posee es digno de tenerla en sus manos para cuidarla, darle la honra y honor que merece.

Todos definitivamente somos importantes pero tu mujer eres el regalo más precioso y hermoso que El haya creado. Vivimos en una sociedad donde vemos el papel y rol fundamental que poseemos, ya que cuando hablamos de mujer, hablamos de esfuerzo, valentía, coraje, resistencia y un sinfín de cosas que no nos alcanzaría las palabras para describirla.

A ti mujer que se te entrego el honor y la responsabilidad de edificar una casa, andar en medio de ella formando e instruyendo a tus hijos y velando en todo tiempo porque esa presencia Celestial habite allí.

El valor de una mujer no consiste en palabras bonitas que le dicen o en los gestos o buenos tratos que hacen con ella, el valor de ella consiste es que cuando muchos la ignoren, la critiquen, la señalen o la juzguen por lo que haya hecho, ella se mantenga firme y a pesar de que caiga pueda levantarse las veces que sean necesarias.

Proverbios 24:16 Porque siete veces cae el justo, y vuelve a levantarse; Mas los impíos caerán en el mal.

Como mujer no somos ni más ni menos pero somos importantes en el diseño celestial que nuestro Señor ha creado, muchas veces pasamos por situaciones que creemos que es el fin de todo, y al contrario es una etapa que culminamos para llevarnos al lugar donde debemos estar, lo que paso ya fue, hoy es el día que debemos vivir con gozo y esperanza que todo era parte de un plan divino para ayudarnos a crecer y forjar en nosotros esa piedra preciosa que llevamos por dentro.

Lamentablemente nosotras no nos conocemos valemos mucho más de lo que pensamos y podemos levantar mucho más de lo que imaginamos. Tenemos la capacidad, la sabiduría para enfrentar todo reto que en esta vida se presente porque lo tenemos a Él, por supuesto que sí, El mismo, nuestro Padre.

Salmo 71:5-6 Porque tú, oh Adonai, eres mi esperanza, Seguridad mía desde mi juventud. En ti he sido sustentado desde el vientre; De las entrañas de mi madre tú fuiste el que me sacó; De ti será siempre mi alabanza.

Sigue el presente, continua adelante, todo aquello que es para ti llegara, no te desanimes por los tiempos recuerda todo está en sus manos, prepárate para tu bendición, sigue buscando, sigue llamando, no te canses, esto es para ti para una mujer valiente.

Habacuc 2:3 Aunque la visión tardará aún por un tiempo, mas se apresura hacia el fin, y no mentirá; aunque tardare, espéralo, porque sin duda vendrá, no tardará.

Shalom. 


sábado, 18 de mayo de 2019

Reflexión Parashá Behar: Nuestra mirada en el Séptimo



Parashá Behar (En la montaña, en el monte)
Parashá 9 del Sefer Vaikra (Levítico)
Parashá 32 de la Torah
Por Moréh Jonathan Colina

Torah: Levítico 25:1-26:2
Haftara: Jeremías 32:6-27
Ketuvim: 1 Corintios 7:21-24


Esta semana estaremos estudiando la Parashá Behar, la cual traduce literalmente como en la montaña, en el monte, y tiene que ver con la orden que el Eterno le da Moshé en el monte de Sinaí de darle descanso en la tierra el séptimo año, lo que se conoce en hebreo como Shemitá. De igual manera se le ordena a contar siete años por 7 periodo de años para un total de 49 años y de esta manera el día 50 se conoce como Iovel (Jubileo).

Llama la atención que el nombre de la Parashá se llame en el monte y tenga que ver con este tipo de órdenes con respecto al descanso de la tierra y jubileo. Lo que nos quiere enseñar el Eterno con esto, es que estas órdenes son tan importantes como  los mandamientos que se dieron en el monte de Sinaí, ya que estos se dieron para santificar nuestras vidas pero los que se dan en esta Parashá nos mantiene atento a la redención que es el séptimo día profético.

Levítico 25:3-4  Seis años sembrarás tu tierra, y seis años podarás tu viña y recogerás sus frutos. Pero el séptimo año la tierra tendrá descanso, reposo para Adonai; no sembrarás tu tierra, ni podarás tu viña.

Siempre el énfasis en la Torah tiene que ver con el séptimo día, el séptimo año, el séptimo periodo de siete años y es precisamente para estar enfocado en el séptimo día que nos conecta con la redención final.

El propósito del año séptimo conocido Shemita era recordar a los hijos de Israel que no son dueños de la tierra, sino que el dueño es el Eterno. Que también entendieran que el trabajo era un medio, no un fin en sí mismo. Además de enseñarle al agricultor a tener fe y confianza en que su sustento viene del cielo. Con esto también daban tiempo al campesino a dedicarse al estudio de la Torah de una manera más profunda y sin nada que lo interfiera.

Levítico 25:20  Y si dijereis: ¿Qué comeremos el séptimo año? He aquí no hemos de sembrar, ni hemos de recoger nuestros frutos; entonces yo os enviaré mi bendición el sexto año, y ella hará que haya fruto por tres años.

Aquí vemos que el mismo Eterno hace la pregunta, debido a que conoce el corazón incrédulo del ser humano, ya que para muchos trabajar la tierra durante seis años y dejarla descansar el séptimo era un asunto de dependencia total al Creador. Para ellos debían mostrar confianza en aquel que se lo estaba ordenando y al cumplir con este mandato, entonces iban a gozar de su bendición durante tres años (desde el sexto hasta el octavo).

Si conectamos este verso con la era mesiánica, entonces nos damos cuenta que cuando cumplimos los mandatos del Eterno vamos a gozar de su bendición desde el sexto día profético que ya estamos cerca de él, el séptimo que es el reino y el octavo que es el mundo venidero.

Por el contrario, cuando no se cumple este mandato ocurren sus consecuencias y con ello el exilio, al punto que lo setenta años que duró el exilio de Babilonia corresponden a los setenta años sabáticos que habían sido abolidos cuando Israel estaba asentado en su tierra.

2 Crónicas 36:20-21  Los que escaparon de la espada fueron llevados cautivos a Babilonia, y fueron siervos de él y de sus hijos, hasta que vino el reino de los persas; para que se cumpliese la palabra de Adonai por boca de Jeremías, hasta que la tierra hubo gozado de reposo; porque todo el tiempo de su asolamiento reposó, hasta que los setenta años fueron cumplidos.
Jeremías 29:10  Porque así dijo Adonai: Cuando en Babilonia se cumplan los setenta años, yo os visitaré, y despertaré sobre vosotros mi buena palabra, para haceros volver a este lugar.
Quiere decir que cuando no estamos atentos al séptimo día profético, nuestra vida se convierte en un exilio. Y mientras estemos en un exilio interno jamás vamos a poder gozar de las bendiciones del Eterno. 

Por eso la diferencia entre exilio y redención cuando se escribe en hebreo es la letra Alef que representa el Eterno. Esto nos enseña que cuando una persona está alejada del Eterno y su Torah entonces está viviendo en un exilio y esa condición no le va a permitir experimentar la redención.

El exilio también representa estar en esclavitud, estar cautivo a una condición que lo mantiene preso. Exilio también representa construir sus cárceles internas. Exilio también significa no tomar decisiones por estar atado a algo o alguien.

Juan 8:32  y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.

Por eso Iehoshúa vino a mostrar la Torah y al conocerla entonces íbamos a ser verdaderamente libres.
De hecho cuando hablamos de Jubileo (Iovel), vemos que toda la propiedad era devuelta a su dueño original, toda deuda era perdonada y todos los esclavos eran libres.

Levítico 25:10-12  Y santificaréis el año cincuenta, y pregonaréis libertad en la tierra a todos sus moradores; ese año os será de jubileo, y volveréis cada uno a vuestra posesión, y cada cual volverá a su familia. El año cincuenta os será jubileo….

Cuando Iehoshúa vino en su rol como Mashíaj ben Iosef, vino también en un tiempo de Jubileo, aproximadamente cerca del año 4000. Si el jubileo es cada cincuenta años y lo dividimos entre 4000 que es el año que se manifestó, nos daría 80 jubileos. Quiere decir que Mashíaj ben Iosef se manifestó para proclamar el Jubileo 80.

Lucas 4:18-19  El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos; A predicar el año agradable del Señor.

Este año agradable del Eterno es precisamente un tiempo de jubileo, en el cual el mismo Eterno a través de Iehoshúa estaba impartiendo libertad a los esclavos y oprimidos de su Pueblo. Es importante destacar que en ese momento Iehoshúa le toco leer la porción de los profetas (Haftarah) y al leerla simplemente estaba citando al profeta Isaías 61:1-2. Por eso dice que esta palabra se ha cumplido hoy aquí, porque estaba hablando de sí mismo y de su rol como Mashíaj ben Iosef.

Por otra lado, cuando vamos a la historia nos damos cuenta que el año 1917 también fue un jubileo y en ese momento Jerusalén paso de manos de los turcos a la nación de gran Bretaña, pero con la ventaja que con ellos surge la reforma Balfour para anunciar su apoyo al establecimiento de un hogar nacional para el pueblo judío.

Posteriormente en noviembre del 1947 se estableció la asamblea general de la ONU donde se aprobó la creación del Estado de Israel. No pasó mucho tiempo y en mayo 1948  se hizo oficial el estado de Israel y de esta manera se cumplen las profecías que en un momento nacería una nación (Isaías 66:8).

Desde el 1917 hasta el 1967 pasaron 50 años y corresponde a otro jubileo. En el año 1967 se recupera Jerusalén y de esta manera entonces deja de ser hollada por los gentiles.

Lucas 21:24  Y caerán a filo de espada, y serán llevados cautivos a todas las naciones; y Jerusalén será hollada por los gentiles, hasta que los tiempos de los gentiles se cumplan.
Quiere decir que Jerusalén pasa entonces a los dueños originales y el Eterno comienza a acelerar los tiempos proféticos.

Si desde el 1967 contamos 50 años más, entonces el próximo Jubileo ocurrió en el año 2017 y desde ese año para acá estamos viendo como los tiempos se siguen acelerando y las profecías se cumplen frente a nuestros ojos.

Debemos estar atentos a los tiempos que estamos viviendo, puestos que el eterno solo estableció 7 días proféticos y dice la escritura que un día es como mil años y mil años es como un día (2 Pedro 3:8 , Salmos 90:4)

Quiere decir que 6000 son los años de esta era presente conocida como olam haze y otros 1000 años son el reino del Eterno.

Además que cuando vamos al año hebreo, nos damos cuenta que actualmente estamos en el año 5780 (2020), pero según las crónicas del conteo de tiempo basado en la interpretacion del Judaísmo karaita hay aproximadamente 210 años que no se contabilizaron. Si sumamos esos 210 años al tiempo actual entonces estaríamos en al año 5990 y solo faltarían 10 años (si no menos) aproximadamente para el año 6000.

Sin contar que dice la misma escritura que los días serán acortados  a causa de los escogidos y que todo se cumplirá de manera rápida. De hecho el mismo Mashíaj dijo que no pasara esa generación antes que todo esto acontezca y la generación de la que hablaba era partiendo del 1967.  

No obstante desde el 2017 que fue el último jubileo están ocurriendo cosas impresionantes y seguirán ocurriendo cosas aún peores. Recordemos que estos tiempos son los dolores de parto y no es tiempo para adormecerse ni desanimarse, al contrario, es un tiempo para poder elevarse espiritualmente y cumplir la demanda profética de este tiempo.

En este tiempo vemos que mientras unos se adormecen y pierden todo sentido y foco, otros se están esforzando por agradar al Eterno y servirle en espíritu y verdad.

Así pues, esta Parashá nos enseña que nuestra vida debe estar enfocada siempre en lo eternal, en las cosas que no se ven, en las cosas de arriba. Y de allí que nuestra mirada debe estar puesta en el séptimo día que es Shabat, en el séptimo año que es shemitá, en el periodo de 7 años por siete que es Iovel, pero también en el séptimo día profético que es el Reino.

Shabat Shalom @Jonathanor7


lunes, 13 de mayo de 2019

Parashá Metzorá: La Lengua destruye tu vida





Parasha Metzorá(Leproso)
Parashá 5 del Sefer Vaikra (Levítico)
Parashá 28 de la Torah
Por Moréh Jonathan Colina

Torah: Levítico 14:1-15:33
Haftara: 2 Reyes 7:3-20
Ketuvim: Mateo 9:20-26



Esta semana estaremos estudiando la Parasha Metzorá, el cual traduce literalmente como leproso o realmente quien posee Tzaraát, siendo esta enfermedad (el cual se manifestaba como hinchazón, erupción o mancha blanca) más que una afección médica, era un problema espiritual.

El Talmud ( Arakhin 16a ) enumera siete razones por las cuales uno podría estar afectado por la enfermedad: chismes , asesinatos, perjurio, relaciones sexuales prohibidas, arrogancia, robo y envidia.

Sin embargo la mayoría coinciden que el problema principal radica en Lashom Hará(Lengua maligna) y de hecho la misma expresión metzorá está compuesta de motzi que significa sacar y ra que significa mal, de allí también tiene relación con la expresión Motzi Shem ra que es hablar mal de alguien, difamar o calumniar a una persona.

En la escritura vemos varios casos de personas que incurrieron en este error y vemos la consecuencia reflejada en Tzaraát. Uno de los casos es cuando el mismo Moisés fue enviado por el Eterno para sacar al pueblo pero al respondió que el pueblo no le creería  y el Eterno le hizo experimentar por un momento su mano leprosa como la nieve (Éxodo 4:1-7).

Esto nos enseña que no solo Moisés se precipitó a los acontecimientos, sacando conclusiones de la incredulidad del pueblo, sino también que el mismo no estaba seguro de lo que el Eterno le estaba diciendo ni de la señales que le estaba dando.

Otro caso que vemos en la escritura es el de Miriam cuando hablo en contra de su hermano Moisés por tomar mujer cusita y esto trajo como consecuencia que su vida fuese afectada por Tzaraát  y obviamente tuvieron que sacarla del campamento por siete días, el cual durante ese tiempo el pueblo no avanzó. A pesar que Moisés quiso abogar por ella delante del Eterno, Él no lo acepto e hizo pagar a Miriam las consecuencias de sus acciones (Números 12:1-16)
De aquí aprendemos que el Eterno toma muy en serio el hecho de cuando alguien atenta contra su autoridad, porque sea lo que sea, siempre la autoridad va a recibir el respaldo celestial aunque en momentos no esté en lo correcto.

Otro caso que vemos en la escritura es del rey Azarías, quien dejo que su corazón se enalteciera a causa de su poder y lleno de arrogancia quiso hacer las cosas a su manera, pero al recibir una prohibición se llenó de ira e hizo que le brotara Tzaraat en su frente y esa condición fue hasta el día de su muerte (2 Crónicas 26:19-21).

Cuando alguien tiene orgullo espiritual cree que se las sabe todas y mucha gente con poder tiene la costumbre de pisotear a los demás. En las cosas del Eterno debe existir un orden y la humildad para recibir todo.  Iehoshúa enseño que quien se hace pequeño (humilde) entre nosotros, ese es el más grande (Lucas 9:48).

Lo triste de todo esto es que tanto la arrogancia como el orgullo hacen que la persona difame a los demás, porque siempre la vera por debajo, dicha actitud es causante de muerte como a este sacerdote.

Con relación a la enfermedad de Tzaraát se enseña que primero aparecía en las paredes de la casa del culpable. Si se arrepentía, sólo debía quitar algunas piedras. Si no lo hacía, la casa era demolida.

Luego aparecía en sus ropas. Si se arrepentía, bastaba con lavarlas. Si no se arrepentía, las ropas eran quemadas.

Por último era el cuerpo. Si se arrepentía, se purificaba. Si no lo hacía, debía y ser aislado del campamento para morar solo.

Esto nos enseña que siempre el Eterno da la posibilidad de arrepentirse y evitar el castigo, obviamente debe ser un arrepentimiento sincero, al punto que aborrezca incurrir en la misma falta.

La escritura nos muestra que para que una persona fuese purificado debía presentar dos aves, madera de cedro, lana carmesí e hisopo (Levíticos 14:4).

Dos aves vivas que tenían la particularidad de hacer mucho ruido porque la aflicción de tzaraat fue causada por un discurso malicioso de hablar mal, de hacer mucho ruido.  La madera de cedro que siendo el árbol más alto representa el orgullo y soberbia. La lana carmesí que representa la falta, el pecado de hablar mal y el hisopo que representa la humildad.

Vemos que un ave muere y otra ave quedaba viva y libre, representando el perdón de la falta, pero también la libertad de esa opresión espiritual vista hoy como enfermedad.

Todo este problema es causado por dejar que nuestra lengua sea la que contamine a otros, pero también nuestros cuerpos. Con nuestra lengua no solamente destruimos nuestras vidas, sino también se verá afectada nuestra casa. 

Del mismo modo se verá afectada nuestra vestimenta y siendo que esta representa honor e identidad, nuestra actitud va a definir lo que somos y eso nos dará un concepto frente a otros. Ya nadie creerá en ti ni confiara en ti.

Mucha de las cosas que nos suceden y que vivimos son consecuencias de las cosas que activamos en el plano espiritual haciendo mal uso de nuestra lengua. Dice el salmista que si queremos vivir tener días de propósitos debemos apartar nuestra lengua del mal y nuestros labios de hablar engaño (Salmos 34:12-13). Quiere decir que si no tenemos días de propósitos y significativos de debe al mal uso que le estamos dando a nuestra lengua, en lugar de bendecir maldecimos, en lugar de edificar, destruimos. 

Debemos tener presente que tanto la vida como la muerte, la bendición y la maldición están en el poder de la lengua y dependiendo lo que sembremos, debemos estar consciente que vamos a comer de esos frutos (Proverbios 21:23).

Debemos cuidarnos de relatar información derogatoria sobre otra persona, de declarar palabras que provoquen pleitos entre otros, la misma escritura dice que no debemos andar chismeando entre nuestro pueblo (Levíticos 19:16). 

Debemos cuidarnos de calumniar a otras personas o decir cosas sobre alguien que le provoque angustia emocional, dice la misma escritura que si alguno no ofende en palabras este es varón perfecto (Santiago 3:2).

Así pues, la lengua a pesar de ser un miembro tan pequeño se jacta de grandes cosas, no solamente destruye a otros, sino también destruye tu vida. Lo mejor que debemos hacer por nuestro bien y el de nuestra familia es guardar nuestra boca, porque aun el necio es considerado sabio cuando calla. No olvidemos que el que guarda su boca y su lengua, su alma guarda de angustias (Proverbios 21:23).

Shabat Shalom @Jonathanor7