sábado, 18 de mayo de 2019

Reflexión Parashá Behar: Nuestra mirada en el Séptimo



Parashá Behar (En la montaña, en el monte)
Parashá 9 del Sefer Vaikra (Levítico)
Parashá 32 de la Torah
Por Moréh Jonathan Colina

Torah: Levítico 25:1-26:2
Haftara: Jeremías 32:6-27
Ketuvim: 1 Corintios 7:21-24


Esta semana estaremos estudiando la Parashá Behar, la cual traduce literalmente como en la montaña, en el monte, y tiene que ver con la orden que el Eterno le da Moshé en el monte de Sinaí de darle descanso en la tierra el séptimo año, lo que se conoce en hebreo como Shemitá. De igual manera se le ordena a contar siete años por 7 periodo de años para un total de 49 años y de esta manera el día 50 se conoce como Iovel (Jubileo).

Llama la atención que el nombre de la Parashá se llame en el monte y tenga que ver con este tipo de órdenes con respecto al descanso de la tierra y jubileo. Lo que nos quiere enseñar el Eterno con esto, es que estas órdenes son tan importantes como  los mandamientos que se dieron en el monte de Sinaí, ya que estos se dieron para santificar nuestras vidas pero los que se dan en esta Parashá nos mantiene atento a la redención que es el séptimo día profético.

Levítico 25:3-4  Seis años sembrarás tu tierra, y seis años podarás tu viña y recogerás sus frutos. Pero el séptimo año la tierra tendrá descanso, reposo para Adonai; no sembrarás tu tierra, ni podarás tu viña.

Siempre el énfasis en la Torah tiene que ver con el séptimo día, el séptimo año, el séptimo periodo de siete años y es precisamente para estar enfocado en el séptimo día que nos conecta con la redención final.

El propósito del año séptimo conocido Shemita era recordar a los hijos de Israel que no son dueños de la tierra, sino que el dueño es el Eterno. Que también entendieran que el trabajo era un medio, no un fin en sí mismo. Además de enseñarle al agricultor a tener fe y confianza en que su sustento viene del cielo. Con esto también daban tiempo al campesino a dedicarse al estudio de la Torah de una manera más profunda y sin nada que lo interfiera.

Levítico 25:20  Y si dijereis: ¿Qué comeremos el séptimo año? He aquí no hemos de sembrar, ni hemos de recoger nuestros frutos; entonces yo os enviaré mi bendición el sexto año, y ella hará que haya fruto por tres años.

Aquí vemos que el mismo Eterno hace la pregunta, debido a que conoce el corazón incrédulo del ser humano, ya que para muchos trabajar la tierra durante seis años y dejarla descansar el séptimo era un asunto de dependencia total al Creador. Para ellos debían mostrar confianza en aquel que se lo estaba ordenando y al cumplir con este mandato, entonces iban a gozar de su bendición durante tres años (desde el sexto hasta el octavo).

Si conectamos este verso con la era mesiánica, entonces nos damos cuenta que cuando cumplimos los mandatos del Eterno vamos a gozar de su bendición desde el sexto día profético que ya estamos cerca de él, el séptimo que es el reino y el octavo que es el mundo venidero.

Por el contrario, cuando no se cumple este mandato ocurren sus consecuencias y con ello el exilio, al punto que lo setenta años que duró el exilio de Babilonia corresponden a los setenta años sabáticos que habían sido abolidos cuando Israel estaba asentado en su tierra.

2 Crónicas 36:20-21  Los que escaparon de la espada fueron llevados cautivos a Babilonia, y fueron siervos de él y de sus hijos, hasta que vino el reino de los persas; para que se cumpliese la palabra de Adonai por boca de Jeremías, hasta que la tierra hubo gozado de reposo; porque todo el tiempo de su asolamiento reposó, hasta que los setenta años fueron cumplidos.
Jeremías 29:10  Porque así dijo Adonai: Cuando en Babilonia se cumplan los setenta años, yo os visitaré, y despertaré sobre vosotros mi buena palabra, para haceros volver a este lugar.
Quiere decir que cuando no estamos atentos al séptimo día profético, nuestra vida se convierte en un exilio. Y mientras estemos en un exilio interno jamás vamos a poder gozar de las bendiciones del Eterno. 

Por eso la diferencia entre exilio y redención cuando se escribe en hebreo es la letra Alef que representa el Eterno. Esto nos enseña que cuando una persona está alejada del Eterno y su Torah entonces está viviendo en un exilio y esa condición no le va a permitir experimentar la redención.

El exilio también representa estar en esclavitud, estar cautivo a una condición que lo mantiene preso. Exilio también representa construir sus cárceles internas. Exilio también significa no tomar decisiones por estar atado a algo o alguien.

Juan 8:32  y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.

Por eso Iehoshúa vino a mostrar la Torah y al conocerla entonces íbamos a ser verdaderamente libres.
De hecho cuando hablamos de Jubileo (Iovel), vemos que toda la propiedad era devuelta a su dueño original, toda deuda era perdonada y todos los esclavos eran libres.

Levítico 25:10-12  Y santificaréis el año cincuenta, y pregonaréis libertad en la tierra a todos sus moradores; ese año os será de jubileo, y volveréis cada uno a vuestra posesión, y cada cual volverá a su familia. El año cincuenta os será jubileo….

Cuando Iehoshúa vino en su rol como Mashíaj ben Iosef, vino también en un tiempo de Jubileo, aproximadamente cerca del año 4000. Si el jubileo es cada cincuenta años y lo dividimos entre 4000 que es el año que se manifestó, nos daría 80 jubileos. Quiere decir que Mashíaj ben Iosef se manifestó para proclamar el Jubileo 80.

Lucas 4:18-19  El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos; A predicar el año agradable del Señor.

Este año agradable del Eterno es precisamente un tiempo de jubileo, en el cual el mismo Eterno a través de Iehoshúa estaba impartiendo libertad a los esclavos y oprimidos de su Pueblo. Es importante destacar que en ese momento Iehoshúa le toco leer la porción de los profetas (Haftarah) y al leerla simplemente estaba citando al profeta Isaías 61:1-2. Por eso dice que esta palabra se ha cumplido hoy aquí, porque estaba hablando de sí mismo y de su rol como Mashíaj ben Iosef.

Por otra lado, cuando vamos a la historia nos damos cuenta que el año 1917 también fue un jubileo y en ese momento Jerusalén paso de manos de los turcos a la nación de gran Bretaña, pero con la ventaja que con ellos surge la reforma Balfour para anunciar su apoyo al establecimiento de un hogar nacional para el pueblo judío.

Posteriormente en noviembre del 1947 se estableció la asamblea general de la ONU donde se aprobó la creación del Estado de Israel. No pasó mucho tiempo y en mayo 1948  se hizo oficial el estado de Israel y de esta manera se cumplen las profecías que en un momento nacería una nación (Isaías 66:8).

Desde el 1917 hasta el 1967 pasaron 50 años y corresponde a otro jubileo. En el año 1967 se recupera Jerusalén y de esta manera entonces deja de ser hollada por los gentiles.

Lucas 21:24  Y caerán a filo de espada, y serán llevados cautivos a todas las naciones; y Jerusalén será hollada por los gentiles, hasta que los tiempos de los gentiles se cumplan.
Quiere decir que Jerusalén pasa entonces a los dueños originales y el Eterno comienza a acelerar los tiempos proféticos.

Si desde el 1967 contamos 50 años más, entonces el próximo Jubileo ocurrió en el año 2017 y desde ese año para acá estamos viendo como los tiempos se siguen acelerando y las profecías se cumplen frente a nuestros ojos.

Debemos estar atentos a los tiempos que estamos viviendo, puestos que el eterno solo estableció 7 días proféticos y dice la escritura que un día es como mil años y mil años es como un día (2 Pedro 3:8 , Salmos 90:4)

Quiere decir que 6000 son los años de esta era presente conocida como olam haze y otros 1000 años son el reino del Eterno.

Además que cuando vamos al año hebreo, nos damos cuenta que actualmente estamos en el año 5780 (2020), pero según las crónicas del conteo de tiempo basado en la interpretacion del Judaísmo karaita hay aproximadamente 210 años que no se contabilizaron. Si sumamos esos 210 años al tiempo actual entonces estaríamos en al año 5990 y solo faltarían 10 años (si no menos) aproximadamente para el año 6000.

Sin contar que dice la misma escritura que los días serán acortados  a causa de los escogidos y que todo se cumplirá de manera rápida. De hecho el mismo Mashíaj dijo que no pasara esa generación antes que todo esto acontezca y la generación de la que hablaba era partiendo del 1967.  

No obstante desde el 2017 que fue el último jubileo están ocurriendo cosas impresionantes y seguirán ocurriendo cosas aún peores. Recordemos que estos tiempos son los dolores de parto y no es tiempo para adormecerse ni desanimarse, al contrario, es un tiempo para poder elevarse espiritualmente y cumplir la demanda profética de este tiempo.

En este tiempo vemos que mientras unos se adormecen y pierden todo sentido y foco, otros se están esforzando por agradar al Eterno y servirle en espíritu y verdad.

Así pues, esta Parashá nos enseña que nuestra vida debe estar enfocada siempre en lo eternal, en las cosas que no se ven, en las cosas de arriba. Y de allí que nuestra mirada debe estar puesta en el séptimo día que es Shabat, en el séptimo año que es shemitá, en el periodo de 7 años por siete que es Iovel, pero también en el séptimo día profético que es el Reino.

Shabat Shalom @Jonathanor7


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