jueves, 6 de junio de 2019

Mi familia, ellos, la sociedad ¿y yo que?


Por: Iesarela de Colina

A lo largo del tiempo tratamos de ayudar a muchas personas, una de ellas son nuestra familias, nuestro primer trabajo y el lugar en donde debemos empezar a dedicar más de nosotros y esforzarnos para que todos podamos caminar a pesar de las diferencias que puedan haber. 

Amigos y conocidos también es otra labor en la que tratamos de ser ejemplos y que con nuestras acciones hablamos por sí mismo. En realidad a todos aquellos que podamos ayudar, allí es donde uno empieza por dedicarse a brindar esa mano generosa para cuando alguien la necesite. Esa ayuda de poder estar y apoyar en cualquier circunstancia que pueda estar pasando. 

Definitivamente somos muy buenas ayudando, alentando y tratando de solventar aquellas cosas que otros necesitan, hasta inclusive, cambiamos algo de nosotras mismas por alguien que es importante en nuestras vidas. 

Siempre cuando alguien quiere algo de nosotros extendemos nuestro tiempo, nos sacrificamos y estamos prestas a resolver situaciones que ni uno mismo hace por uno, pero que hacemos por muchos. No es que no podamos ayudar, no es que no puedas estar presente para alguien que lo necesite, no es que no le dediques tiempo a tu familia, no es que no seas de ejemplo para muchos, al contrario, escrito esta: “ama a tu prójimo como a ti mismo”. Pero déjame decirte, ¿dónde quedas tú? Si primero debes amarte tú misma para poder ayudar a otros. 

Lamentablemente nos enfocamos en los demás y no es que sea malo, pero descuidamos internamente todo aquello que tenemos para cuando lo necesitemos. Estamos acostumbradas a dar a muchos, pero a no a nosotras. Vemos tantas situaciones que resolvemos para los demás y no hacemos nada por las nuestras. A veces damos extras para el que necesite, pero debes entender que ayudando a muchos y no a ti, no haces nada. 

Sin querer no nos damos cuenta que poco a poco pudiéramos estar secándonos, pero como estamos tan enfocadas en ayudar a otros no vemos que mi árbol necesita agua y todos aquellos nutrientes que le alimentan. 

Hay personas que nos absorben mucho y no me refiero solo de tiempo, sino internamente, ya que damos tanto que llega un punto que no nos queda para ayudarnos a nosotras. Dar no es malo, solo que cuando hacemos más por otros y poco por nosotros es un error. 

Cada persona libra una batalla, cada quien es dueño de su propia historia que vive, mas nadie podrá entender y hablar lo que tú, solo tú, estas pasando. Detrás de cada sonrisa hay tristezas, detrás de cada caída solo tú puedes levantarte y seguir, detrás de esa persona que ayuda sin esperar nada a cambio es la que grita por dentro pidiendo auxilio porque anhela salir de esa condición. 

Recuerda que solo tú puedes darle color a tu realidad porque si es tu realidad, mas no la verdad. Busca esa verdad, anímate tu, levántate tú, aliméntate tú, amate tú, perdónate tú, valórate tú, ya que más nadie lo hará por ti. Solo hay uno que está siempre a tu lado y a pesar que está en silencio es porque está trabajando en ti. 

Sigue ayudando, sigue sembrando pero medita en esto: tú eres la protagonista y necesitas estar siempre alimentada de todo aquello que haga en ti lo mejor. No descuides lo que el Señor ha implantado en tu vida. 

Shalom



lunes, 3 de junio de 2019

Reflexión Parashá Bamidbar: Después del desierto viene lo mejor





Parashá Bamidbar (En el desierto) 
Parashá 01 del Sefer Bamidbar (Números) 
Parashá 34 de la Torah
Moréh Jonathan Colina 

Torah: Números 1:1-4:20
Haftara: Oseas 2:1-11
Ketuvim: 1 Corintios 12:12-15

Esta semana estaremos estudiando la Parashá Bamidbar, la cual traduce “en el desierto”. Con esta Parashá damos inicio al cuarto libro de la Torah llamado bamidbar, que en español es conocido como Números, puesto que se trata el censo de los israelitas. 

Es interesante que este libro se llame en el desierto y es precisamente el lugar donde el Eterno trataba con su pueblo y les reveló las palabras de vida (Torah). Con esto el Eterno nos está enseñando, que aun en el desierto Él siempre se hace presente y este lugar desértico viene a transformarse en el escenario perfecto para recibir todo aquello que viene para nuestra propia transformación y cambio. 

La expresión para desierto en hebreo es midbar y también significa pastizal, pastorear y es precisamente en el sentido de arrear el ganado. Esto guarda relación con lo que dice el salmista: 

Salmos 78:52 Hizo salir a su pueblo como ovejas, y los llevó por el desierto como un rebaño. 

El valor numérico de la expresión bamidbar es 248 y 248 son los mandamientos positivos que están en la Torah. Con esto aprendemos algo sumamente importante y es el hecho que en medio del desierto debemos seguir enfocado en hacer lo bueno, ya que esto nos acerca al Eterno. Por el contrario, cuando apartamos nuestros pasos de la obediencia y dejamos de hacer lo bueno, entonces es considerado una falta (pecado). 

Midbar también se relaciona con la expresión Dabar, el cual significa palabra, hablar, declarar, aconsejar, dirigir. Quiere decir que en el desierto es donde el señor se hace presente para declarar su palabra, para hablarnos, para tomarnos de la mano y así dirigirnos hacia su camino. Así como el desierto fue la etapa previa a la tierra prometida, nuestros desiertos serán la etapa previa al reino de los cielos (Maljut Ha Shamaim). 

Para ello es necesario afirmar nuestros pasos en la dirección correcta, en el camino trazado por el Eterno para nuestras vidas. Así como el Eterno se revela en el desierto para hablarnos, así también en el desierto, El espera de nosotros que respondamos con sus palabras, El espera que en medio de lo difícil del desierto podamos actuar apegado a la revelación que hemos recibido de Él y eso es lo que debemos aprender de Iehoshúa cuando fue llevado al desierto para ser tentado. 

Mateo 4:1 Entonces Iehoshúa fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo.

El desierto viene a convertirse en ese campo de entrenamiento donde debe aflorar lo mejor de nosotros. Allí es donde libramos grandes batallas, donde somos probados pero a la vez tentados, allí es donde debe surgir desde lo más profundo de nuestro ser la espiritualidad que se verá reflejada en el apego al Eterno y su Torah, por eso cada respuesta de Iehoshúa para contrarrestar los ataques del maligno fue: …”escrito esta”, “escrito esta”. 

La frase “escrito esta” no solo refleja el nivel de conocimiento, sino también el nivel de revelación y sobretodo el apego y conexión con el Señor y su palabra. Con ello estaba reflejando su compromiso con el Padre a quien sirve. 

En el desierto es donde son guidas las ovejas por sus pastores, allí es donde las ovejas oyen la voz de su pastor para poder llevarlas al camino que él desea. Así que en el desierto es donde debemos oír la voz del Señor, por eso Iehoshúa dice: mis ovejas oyen mi voz y me siguen (Juan 10:27-28). 

EL desierto es una tierra desértica donde solo hay rocas y arenas, donde no hay agua ni alimentos, donde solo hay calor y somos expuestos al caliente. En el desierto es donde no valemos nada, donde solo estamos nosotros y el Eterno, donde no hay nada material, solo la naturaleza creada por nuestro Padre. De allí que el Midrash Bamidbar Raba 1:7 nos dice que cualquiera que no puede hacerse a sí mismo sin dueño así como el desierto, no puede adquirir sabiduría ni Torah. 

Por eso la Torah se revela en un desierto, para que no haya ningún impedimento que sea justificable para no obedecerla. Esto nos enseña que aun en tus peores momentos de desierto, igual debes apegarte a ella para vivirla. Aun en momentos calientes, ella será tu bálsamo. En tus momentos de soledad el Eterno será tu compañía y en situaciones donde no te quede nada material, allí igual debes gozarte porque quien da valor a tu vida no es lo material, sino lo espiritual. 

Deuteronomio 8:2 Y te acordarás de todo el camino por donde te ha traído Adonai tu Elohim estos cuarenta años en el desierto, para afligirte, para probarte, para saber lo que había en tu corazón, si habías de guardar o no sus mandamientos. 

En el desierto es donde se refleja lo que internamente poseemos, allí es donde somos afligidos y probados para ver si realmente obedecemos o simplemente damos la espalda. Pero debemos entender que una persona que abandona al Eterno en su desierto, no merece entrar a la tierra prometida. 

La tierra del desierto, esa tierra de insuficiencia, donde humanamente falta agua y alimento, es la tierra donde recibimos más del Eterno, donde le conocemos más a profundidad, donde Él se muestra para manifestar su gloria. 

Deuteronomio 8:15-16 que te hizo caminar por un desierto grande y espantoso, lleno de serpientes ardientes, y de escorpiones, y de sed, donde no había agua, y él te sacó agua de la roca del pedernal; que te sustentó con maná en el desierto, comida que tus padres no habían conocido, afligiéndote y probándote, para a la postre hacerte bien 

Los desiertos aunque quizás humanamente no es lo más agradable es el escenario perfecto utilizado por el Eterno para disciplinarnos, para formarnos, para entrenarnos, para sacar lo mejor de nosotros. 

En nuestros desiertos tenemos que vivir cosas aparentemente espantosas, debemos caminar aunque en el momento no tengamos agua ni alimentos, debemos confiar a pesar de los temores y peligros, debemos aprender a depender en aquel que nos sustenta y nos seguirá sustentando por amor a su gran nombre. 

Debemos seguir esperanzados en aquel que nos provee, porque aun el desierto el agua fluye de la roca y el mana cae del cielo. Aun en el desierto Él es y seguirá siendo nuestro Padre. 

Nuestros desiertos no serán eternos, pero el reino de aquel que es Eterno si lo es. Por eso es necesario en la vida pasar por desiertos, porque es la mejor antesala para luego entrar a la tierra prometida, al reino del Eterno. 

Por eso, en nuestros desiertos sigamos obedeciendo, sigamos siendo fieles, esperando en que el Eterno cumpla su palabra, porque después del desierto viene lo mejor. 

Shabat shalom. @Jonathanor7




La Humildad nos conduce al honor



Moréh Jonathan Colina

Esta quinta semana de la cuenta del omer, seguimos evaluando aspectos de nuestras vidas que nos permitan lograr esa refinación personal y de esta manera estar en mejor condición para el recibimiento de una Torah que nos permitirá seguirnos santificando. 

El midot de esta semana tiene que ver con Hod, el cual está conectado con humildad y esplendor. En hebreo este término también lo traducen como honor, honra. Quiere decir que una persona humilde siempre le persigue el honor y la honra del cielo. Pero también no hay mejor esplendor que una actitud humilde, al punto que dicen los sabios que la persona humilde es querida en el cielo. 

De hecho, también se enseña que en la época del templo a través de los sacrificios se expiaban los pecados, sin embargo el conducirse humildemente equivalía a ofrecer todos los sacrificios. 

De allí que nuestro esfuerzo debe ser por ser cada vez más humildes. Por el contrario, una persona que siempre busca el honor, dicen los rabinos, que el honor huye de él. De allí que la humildad es reconocer que no nos merecemos nada, que todo viene del cielo y lo que recibimos es porque a Él le place y no por nuestros esfuerzos. Una persona que diga que todo lo que obtiene es por su mano, simplemente demuestra que carece de humildad. 

Proverbios 16: 18 - 20 Antes del quebrantamiento es la soberbia, Y antes de la caída la altivez de espíritu. Mejor es humillar el espíritu con los humildes Que repartir despojos con los soberbios. El entendido en la palabra hallará el bien, Y el que confía en Adonai es bendecido. 

La falta de humildad es el camino del orgulloso, y solo trae sobre su vida perdición y dolor. Inclusive el Talmud sota 4b nos enseña que quien se enorgullece reniega de Adonai. Una persona que actúa con soberbia simplemente le persigue el quebrantamiento. A veces el mismo Eterno deja que el hombre se siga enorgulleciendo y llegue a una altura más elevada, para que de esa misma altura entonces el mismo Eterno lo deje caer. 

Una persona humilde es una persona que reconoce sus errores y busca siempre enmendar sus faltas. Por el contrario, una persona orgullosa no reconoce sus faltas y cree que su vida siempre está bien y no necesita cambiar. 

La humildad es reconocer que somos personas falibles y esto no debe verse como un asunto de debilidad o falta de autoestima. Al contrario, la humildad nos permite entender que es necesario esforzarnos cada día por ser mejores. 

Humildad es comprender que no eres ni menos que nadie, ni más que nadie, simplemente eres lo que el Eterno te ha dicho que eres. Por eso Pablo dice que no debemos tener un alto concepto de nosotros mismos. 

Romanos 12:3 Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, *que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener*, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Elohim repartió a cada uno. 

A veces creemos que somos mejores que otros y con ese concepto buscamos pisotear a los demás. Pensamos que somos nosotros lo que nos merecemos las cosas y no los demás. Solo queremos que nos oigan a nosotros y no oímos a los demás. Lo que importa son nuestros planes y objetivos y no tomo en cuenta los objetivos de otros porque a mi juicio son menos importantes. 

Es tanto así que a veces hasta la forma de hablar, mirar, vestirse, actuar y hasta caminar pudiera reflejar ciertos rasgos de altanería o altivez. Ignorando que el mismo Shuljan aruj dice que todo aquel que recorre tan solo cuatro pasos en forma altanera, se aleja de él la presencia celestial. Y esto es bastante delicado, pero se debe a que el orgullo ciega a la persona, insensibiliza su corazón, le impide sentir la grandeza del creador y le quita el temor al Eterno. Y viendo todo esto es como si el mismo creador dijera: él orgulloso y yo no podemos convivir. 

El RaMJal nos enseña que una persona humilde lo demuestra cuando se comporta con sencillez, cuando puede soportar en silencio los agravios, cuando siente respeto por la autoridad y huye del honor y sobre todo cuando honra al prójimo porque le da su lugar. 

1 Pedro 5:5 …revestíos de humildad; porque: Elohim resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes. Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Elohim, para que él os exalte a su tiempo; 

Con esta cita aprendemos que el Eterno le coloca resistencia y negación a los soberbios, mientras que su favor y ayuda siempre está en los humildes. De igual manera, la única manera de ser exaltado por el Eterno es simplemente cuando somos humildes para humillarnos en su presencia y cumplir su voluntad. 

No es necesario que te exaltes o busques que te exalten, porque esa búsqueda que deseas siempre huira de ti. La mejor actitud es humillarnos y ser humildes, al punto que nuestro Rabi Iehoshúa nos enseña que quien se enaltece será humillado y quien se humilla será enaltecido. 

Y creo que tanto de Mashíaj, como de Moshé debemos aprender esa cualidad, ya que ambos la tenían en su máxima dimensión. Dice la Torah que Moshé era el hombre más humilde de toda la tierra y acerca de Mashíaj en la persona de Iehoshúa era alguien manso y humilde de corazón. 

Esa misma actitud de mansedumbre y humildad fue lo que les permitió llegar a ser lo que son hoy día y representan para nuestras vidas y la redención. Esa cualidad humilde en ambos es lo que los conecta con el honor y la honra que les da el Eterno, a uno lo exalta a ser el redentor de un pueblo esclavo, al otro de igual manera lo exalta hasta lo sumo para ser en una primera etapa el cordero y sumo sacerdote y en otra etapa el rey que viene a redimir a su pueblo y otorgarle el reino. 

Santiago 4: 10 ¡Humillaos en la presencia del Señor, y Él os exaltará! 

Proverbios 29: 23 La soberbia del hombre lo humillará, Pero el de espíritu humilde recibirá honra. 

No debemos buscar para nosotros grandeza, solo buscar servir al eterno, ser humilde, buscar su presencia, obedecer su palabra y honrar al prójimo. Del resto, simplemente se encargara El. No olvidemos que cuando solo buscamos ser humildes, entonces el honor y la honra nos persiguen. Dejemos que sea El quien nos exalte y no nosotros ni mucho menos los hombres. 

Que Adonai nos ayude cada día a sacar todo orgullo, ego, altivez, arrogancia, altanería y prepotencia de nuestras vidas para que solo seamos una masa pura de humildad. 

Shalom y bendiciones



El lugar secreto de una Mujer




Por: Iesarela Colina 

Transitamos este camino con sueños, anhelos, deseos y cosas que a nuestro parecer nos llenarían, porque según las necesitamos y nos harían un bien a nuestra vida. 

Creemos que cuando más alcanzamos más estamos logrando, pero en ciertas ocasiones no es así. Tratamos de hacer mucho y ocupar cada segundo, minuto y horas de nuestros días, buscando eso que nos llenaría. 

A lo mejor no está mal perseguir cada sueño y anhelo que queremos y sentirnos satisfechas, pero ¿fuiste a ese lugar y preguntaste si eso era lo que necesitabas?, ¿estas segura de que realmente lo necesitas?. 

No hay nada más preciado ante los ojos de nuestro padre cuando una mujer eleva su oración, cuando ella se aparta, se desconecta y deja de escuchar esas voces que sin querer la alejan de aquel que es su socio y quiere estar con ella. 

Ante los grandes retos de la vida, buscar al Señor en oración es la mejor solución para lograr cada objetivo y así poder palpar todo aquello que Él quiere para nosotras. 

Una mujer creyente, con un corazón apasionado por buscar esa dirección de los cielos no se detiene ante la realidad adversa de su vida, más bien encuentra en el Señor la solución que necesita y por muy duro que sea su camino sigue avanzando. 

Una mujer que está enfocada no pierde tiempo, no cree en lo que ella piensa, al contrario, busca a aquel que la creo para que le diga que hacer y no se deje llevar por lo que le dicen, su corazón está firme, confiado y esperando en el Señor. 

Lamentablemente, ese lugar secreto necesita ser frecuentado mucho más por aquellas que necesitan y tienen hambre de su presencia y de una respuesta. Mientras más alejadas estemos, más alejada estaré de tomar cada decisión apegada a aquel que quiere lo mejor para mí. 

Te invito a que pienses por un momento: si quiero tantas cosas en la vida ¿Qué estoy haciendo para encontrar esa respuesta? El éxito de nuestra vida y la de nuestra familia depende de tu oración. 

Hoy es el día, hoy es el momento, ya no hay excusas. Apártate y vuelve al lugar donde debes intimar con tu padre celestial y veras la gloria que Él te mostrara. Solo clama, humíllate y será El en tu vida. 

Jeremías 33:3 Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces. 

Shalom.


Reflexión Parashá Bejukotai: No se trata de comprenderlo todo



Parashá Bejukotai (En mis estatutos)
Parashá 10 del Sefer Vaikra (Levítico)
Parashá 33 de la Torah

Moréh Jonathan Colina 


Torah: Levítico 26:3-27:34
Haftara: Jeremías 16:19-17:14
Ketuvim: Juan 14:15-21



Esta semana estaremos estudiando la Parashá Bejukotai, el cual traduce como en mis leyes, en mis estatutos. 

Esta Parashá comienza de la siguiente manera: 

Levítico 26:3 Si anduvieres en mis estatutos y guardareis mis mandamientos, y los pusiereis por obra... 

Aquí vemos un si condicional, quiere decir que las bendiciones y todo lo que viene en los versículos posteriores van a depender solamente si la persona lo cumple. 

De allí que bejukotai es andar en sus estatutos y todo estatuto del Eterno entra en la categoría de los Jukim, el cual son mandamientos que no tienen una explicación en la lógica humana. 

Por eso vemos que las exigencias y demandas del Eterno buscan romper con toda lógica y paradigma, lo cual es inconcebible mezclar la lógica humana con la Torah. 

De hecho cuando estudiamos el principio de la creación, vemos que la demanda del Eterno a los adámicos precisamente era de no comer del árbol de la ciencia del bien y del mal, pero el Eterno jamás le explico el porqué. 

Y aunque no le explico el porqué, si le dio a conocer las consecuencias en caso de que ellos incurrieran en esa falta, sin embargo eso no fue suficiente y terminaron desobedeciendo y siendo expulsados del huerto del Edén. 

Así pues toda demanda del Eterno es para probar nuestro nivel de obediencia y no se trata de recibir la explicación de porque obedecer, sino de hacerlo así no sepamos las razones o entendamos el motivo. 

El problema es que nuestra mente siempre quiere comprenderlo y en la Torah jamás podemos filtrar la obediencia por la comprensión que tengamos en la mente, porque ambas se contraponen, por eso no hay una declaración más contundente que la que hizo nuestro pueblo cuando recibió las instrucciones santas, ellos dijeron: Naasé Venishma (Primero haremos y después entenderemos). 

Mientras que hoy día se busca primeramente entender para hacer, la Torah nos enseña que primero tenemos que hacer y después entender. Quiere decir que la obediencia está por encima de nuestra comprensión, de nuestra intelectualidad. 

Por eso cuando Moshé estaba luchando contra Amalek, solo podía ganar cuando sus brazos estaban levantados, esto nos enseña que sus acciones estaban por encima de su mente, de su razón. Por el contrario, perdía cuando sus brazos estaban abajo, dándonos a entender que su mente finita estaba por encima de sus acciones. 

Basado en esto, la Torah siempre nos quiere enseñar que solo ganamos cuando dejamos de pensar tanto y comenzamos a actuar, a vivir lo aprendido. Porque esto no se basa de un conocimiento alojado al intelecto, se trata de un estilo de vida que demuestre un compromiso sincero con el Eterno. 

Deuteronomio 4:5-6 Mirad: os he enseñado estatutos y decretos, conforme me enseñó Adonai mi Elohim, para que hagáis así en medio de la tierra donde vais a entrar para poseerla. *Observadlos y practicadlos*, pues constituye vuestra sabiduría y vuestro entendimiento a la vista de las naciones, las cuales tendrán noticia de todos estos estatutos, y dirán: ¡En verdad esta gran nación es un pueblo sabio y entendido! 

Así pues, la Torah no solo es para conocer, sino para observar y practicar las demandas celestiales. 

Mateo 5:19 Por tanto, cualquiera que suprima uno solo de estos mandamientos más pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos, pero cualquiera que los practique y enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos.

El problema es que normalmente hay personas que quieren enseñar sin practicar lo que enseñan y esto no se trata de eso, sino de enseñar a través de la práctica de la misma. La mejor enseñanza es vivir la Torah. 

Lucas 12:47 Aquel siervo pues, que conoció la voluntad de su señor y no se preparó ni hizo conforme a su voluntad, será azotado mucho. 

Por consiguiente, lo peor que le puede pasar a alguien es conocer las profundidades de la Torah y hacer caso omiso al todo conocimiento. A veces se ignora que a quien más se la da, más se le demanda y creemos que esto es un juego. Esto no es un juego, esto es algo serio y cada quien deberá rendir cuenta por lo que conoció y no vivió. No hay excusas frente al Señor. 

El problema es que el alma siempre se justifica y cuando las demandas son muy grandes entonces pide justificación. Y esto no se basa es la mente, porque si fuese por la mente, ningún hombre en la escritura hubiese dado el paso. 

Por eso vemos que el Eterno siempre busca romper todo esquema humano, todo paradigma religioso, todo patrón social, todo estereotipo mental. Las demandas grandes solo son hechas por el Eterno a personas con una gran disposición y esta disposición tiene que ver con rendirse a uno mismo, hasta el punto de morir y vivir para El, como lo hizo Pablo y en su momento Juan, puesto que uno dijo: … Ya no vivo yo… y el otro dijo: …es necesario que yo mengue… 

También vemos que una demanda fue hecha a Avraham y aun cuando el mismo Eterno no aceptaba sacrificios humanos, vemos entonces que le pide a su hijo Isaac. En su mente finita, Avraham también pudo haber objetado ese pedido, sin embargo, solo decidió obedecer sin replicar. 

Antes de ese pedido también le dijo que saliera de su tierra, de su parentela y de la casa de su padre y así hizo con muchos, porque el Eterno para poder tratarnos y usarnos tiene que sacarnos y desconectarnos de nuestro lugar de origen y esto para muchas mentes finitas es difícil de concebir y digerir. 

Pero el Eterno busca ir mas allá de los razonamientos humanos, tanto así que la misma Torah dice que no se podía mezclar lana con lino, pero las vestiduras sacerdotales estaban hechas de ambos materiales. 

En cuanto al Shabat, toda labor se consideraba como violentar dicho día, sin embargo los sacerdotes laboraban en Shabat y no eran considerados culpables. 

En cuanto a la Torah, el mismo Eterno establece no asesinar, sin embargo el mismo mandaba a asesinar a personas, al punto que por esa desobediencia de dejar a alguien vivo le costó el reino a Saúl. 

Luego se lo pidió a David y fue el mismo David al que el Eterno le prohibió construir casa puesto que sus manos estaban llenas de sangre; sangre que vino por su obediencia al mismo Eterno. 

Y si seguimos evaluando creo las exigencias son incontables y cada una tienen algo en particular, ya que buscan romper con nuestro propio sistema de creencia. 

Vemos que el Eterno no se limita y sigue llamando y demandando cosas. Pero depende de nosotros si le creemos a Él o a nuestra mente, si actuamos en base a esa palabra o nos dejamos llevar por las críticas. 

Por eso Bejukotai nos enseña que no importa lo que otros piensan de ti, lo importante es lo que el Eterno piense de ti cuando hagas conforme a su demanda. 

Lucas 11:27 Hablando estas cosas, sucedió que cierta mujer de la multitud, alzando la voz, le dijo: ¡Bendecido el vientre que te llevó y los pechos que mamaste! Pero Él respondió: Antes bien, bendecido los que oyen la palabra de Elohim y la obedecen. 

Y lo hermoso de esto, es que al cumplir la demanda también se activa la bendición de la misma. Por eso bejukotai nos dice: no hay bendición sin acción, no hay respuesta sin obediencia. 

Y de allí que no hay nada más gratificante que caminar en base a la demanda del Eterno por muy dolorosa que sea y por más difícil que cueste. 

Porque esto no se trata se pedirle explicación al Eterno de todo aquello que te está pidiendo o demandando, no se trata de saber el motivo por el cual estas pasando un mal momento, no se trata de comprenderlo todo, se trata simplemente de dar el paso y de obedecer así cueste. 

Shabat Shalom. @Jonathanor7