miércoles, 24 de septiembre de 2014

El verdadero traje de Iom Teruah


Por: Jonathan Colina 


Shalom, a lo largo de nuestra vivencia en este plano terrenal hemos asumido y forjado ciertos criterios de vida y que a su vez vienen a transformarse en conducta, modo o estilo de vivir.

Consecuentemente hemos atravesado por diversas situaciones que nos han depositado paradigmas mentales y que en base a ello muchas veces queremos evaluar la vida, pero no entendemos que para comprenderla desde su verdadera esencia debemos tener una concepción espiritual. 

Todo esto se evidencia cuando en momentos importantes, bien sea ocasiones especiales, bienvenida a familiares lejanos, recibimientos de cualquier autoridad o líder, estamos expectantes al traje, vestuario o ropa que nos colocaremos en dicha ocasión.

Así mismo con antelación solemos prepararnos y más aun si gran parte de la actividad depende de nosotros o también porque tendremos cierta intervención o presentación ante “altas” personalidades. Tanto así que nos preparamos con esmero, dedicación y constante practica, porque creemos que es una vivencia importante y por lo que nos cuidamos de cada detalle, por muy mínimo que sea. Si esta es la realidad en el plano terrenal, ¿no será aun más importante para el plano espiritual? y como dijo el Mashiaj: … porque en los negocios de mi padre me es necesario estar”… (Lucas 2:49) 

Evidentemente así ha sido, porque creemos que si lo hacemos para las actividades u ocasiones de este sistema pasajero, cuanto más para una ocasión especial donde esta netamente conectada con los cielos y donde a quien recibiremos no es a cualquier autoridad, familiar u otro, sino al Mashiaj, el enviado, el gran justo, el Rey de Israel. 

Es por ello que también nos preocupamos por el traje que hemos de colocarnos para esta gran ocasión, esta cita con el rey, por eso nos hacemos preguntas como, ¿y qué me pondré hoy? Otros de manera afirmativa solemos decir: ¡no tengo nada que ponerme! sin entender que vinimos desnudo a este mundo y todo lo que tenemos es ganancia. 

Por tanto, es de mucha expectación el traje físico para recibir al rey, ¿pero estaremos haciendo mayor énfasis en el verdadero traje? ¿En el traje espiritual? ¿será que con la misma pasión terminamos de preparar nuestro traje de boda?. Es así que, si realmente hacemos énfasis en el traje físico para recibir al rey, cuanto más debemos hacerlo con el traje espiritual, puesto que de ese traje si depende nuestra entrada al reino. 

Es por ello que el Mashiaj lo mostró a través de una parábola, enseñando que en medio de una ocasión especial como es la boda estaba uno que no estaba vestido de bodas y fue sacado por no calificar a ese gran momento (Mateo 22:1-13). 

Nuestro mayor esfuerzo y énfasis debe ser en el traje espiritual, la vestimenta de lino fino que representa las acciones justas de los santos (Apocalipsis 19:8), de aquellos que esforzaron por apartarse del sistema pasajero y consagrarse al Rey. Pero entendemos que un justo no nace, sino que se hace justo porque a pesar que se cayó aprendió a amar la justicia y se afianzo en las instrucciones justas (Torah) de aquel que es justo y que todo lo hace con justicia eterna. 

- Lo importante es siempre tener vestiduras blancas (Apocalipsis 3:18) y no caer en el error de la congregación en sardis, sino marcar la diferencias como unos pocos que se guardaron en medio de ellos:     
Sé vigilante, y consolida las otras cosas que estaban a punto de morir, porque no he hallado tus obras perfectas delante de mi Elohim. Por tanto, recuerda lo que has recibido y has oído, y guárdalo, y arrepiéntete. Pues si no velas, llegaré como ladrón, y no sabrás a qué hora llegaré sobre ti. Pero tienes unos pocos nombres en Sardis que no han manchado sus vestiduras, y andarán conmigo de blanco, porque son dignos. El que así venza se vestirá con vestiduras blancas, y no borraré jamás su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre y delante de sus santos ángeles (Apocalipsis 3:2-5). 

- Debido a que el tiempo está cerca, poder afianzarnos en la justicia y santidad de la verdad (Efesios 4:24), “el que es santo, santifíquese aun mas y el que es justo sea aun más justo” (Apocalipsis 22:11)… Y nos muestra la escritura: Bendecido el que lee y los que oyen las palabras de la profecía, y guardan las cosas en ella escritas, porque el tiempo está cerca (Apocalipsis 1:3). 

- Debemos velar justamente y no apartarnos del propósito ni del enfoque espiritual de este día (1 Corintios 15:34). 


Así que, solo nos queda alistar nuestro traje espiritual, para no ser de aquel que no estuvo vestido de boda y fue sacado, al contrario, tener el traje de boda, estar vestido de dignidad y honor. 

Que seamos como esas ovejas que fueron colocadas a la derecha para ser bendito de Adonaí, ser como esas vírgenes prudentes que prepararon sus aceites en espera de su esposo. Por tanto, ¡Alegrémonos y regocijémonos y démosle gloria, porque las bodas del Cordero han llegado, y su Esposa se ha preparado ( Apocalipsis 19:7-8). 

El verdadero traje de Iom Teruah no es físico, es espiritual. Que podamos estar preparados para este gran momento, este magnífico acontecimiento, donde el rey descenderá de los cielos con toque de shofar y donde “los justos resplandecerán como el sol en el reino de su Padre”. El que tiene oídos, oiga (Mateo 13:43). 

Jag Sameaj Iom Teruah! @jonathanor7

domingo, 18 de mayo de 2014

Reflexionando con Gozo en el Omer- Enseñanza Audio


Si realmente estuviéramos claro que todo esta en las manos del Eterno no estaríamos preocupado, mas bien nos ocupáramos de nuestro propósito y en este sentido el hecho de reflexionar día a día en nuestras vidas, como decía el mismo profeta, poder meditad en nuestros caminos. Perdemos el tiempo en tantas cosas, tantos preocupaciones, depresión, estrés, tristezas y un sin fin de cosas que a nuestro juicio no podemos resolver, pero que solo con buscar a nuestro Padre tendremos una respuesta.
Nuestro deber siempre estar en morar en la Paz que sobrepasa a cualquier entendimiento y el gozo que es nuestra fortaleza. O simplemente somos los que lloramos en medio de la crisis o simplemente vemos la crisis como oportunidad y vendemos pañuelos a los que lloran. Todo depende de nuestra actitud y decisión en cada situación que se presente en la vida. Ya es momento para no seguir perdiendo el tiempo en tristezas y cualquier rasgo negativo para ser como Avraham avinu, poder aprovechar cada día al máximo para cumplir el propósito. Que podamos reflexionar con gozo en el omer y así podamos estar preparados para recibir la instrucción perfecta en shavuot. No olvidemos lo que dijo el Rabi Najman: "Es una gran Mitzva estar siempre alegres"...
Puedan disfrutar la enseñanza y que sean de bendición para su vida como lo ha sido para la mía.
Jonathan Colina




domingo, 4 de mayo de 2014

¿Hasta cuando vivirás del pasado?

Por: Jonathan Colina

Shalom, si hay algo tan necesario en la vida de toda persona es enfocarse siempre en lo que esta adelante, en aquello que está por venir cuando nos esforzamos y somos valientes para construir un presente de manera sabia, tomando en cuenta que la sabiduría proviene del Padre celestial cuando le tememos y le buscamos para agradarle. El asunto de todo esto es que las personas de alguna manera han experimentado tantas cosas en su vida, han tenido diferentes experiencias y muchas de ellas les afectaron, trayéndole daño y crisis, pero lo importante es que en cierto momento comienzan a meditar y se dan cuenta que necesitan cambiar muchas cosas y olvidar otras que les aquejan y se convierten en un tropiezo para construir un mejor futuro. Aunado a ello la persona emprende transformar su vida y decidir mejor para su propio bienestar, pero siempre hay un entorno opuesto que se resiste al cambio, que suele no estar de acuerdo con tus decisiones que a pesar que son buenas, para ellos es vista como malas; como dijo el mismo profeta: a lo bueno lo llaman malo y a lo malo lo llaman bueno (Isaías 5:20-21).
 Muchas de estas personas que han vivido toda una vida ajenos al Padre y su reino, se dan cuenta que tienen un vacio, que necesitan un cambio, es por esto que deciden apelar a la sangre del Mesías, ese justo que se sacrifico y ofreció su sangre para impartir justicia y perdonar las fallas y delitos de todos aquellos que lo aceptan; por tanto a través de su muerte recibimos una vida renovada como resultado que nuestro viejo hombre y nuestra vida antigua fue crucificada juntamente con nuestro redentor y de esta manera caminar ajustado a nuestra nueva condición (Romanos 6: 4-6). 
Es el mismo Padre quien nos recibe con su amor, nos cubre nuestras maldades y arroja a lo profundo del mar nuestras fallas y delitos (Miqueas 7:19), el gran problema es que a nuestro alrededor no faltan personas con el síndrome de buzos, encargados de lanzarse a lo profundo del mar y sacar las faltas de las personas, aun cuando el mismo Padre fue quien las arrojo allí, ¿acaso estamos en contra del Padre? ¿Quiénes somos nosotros para juzgar el pasado de las personas? ¿Por qué menospreciamos por las malas decisiones de su pasado?, ¿acaso el Padre no nos brindo una oportunidad a todos?, pues de alguna manera todos tenemos un pasado y sus desaciertos pero a pesar que muchas veces son frustrante, recordemos que somos nueva creación, las cosas viejas pasaron y todas son hechas nuevas en el Mesias (2 corintios 5:17). Qué curioso que el mismo Padre dice que no se va a recordar mas de nuestros pecados y transgresiones (Isaías 43:25), pero muchas personas se encargan de recordarlos, de hundirnos en el pasado desagradable, en las malas decisiones y finalmente menospreciarnos; sin embargo de esa misma manera tendremos la recompensa por incurrir en una acción que no nos compete, pues con la misma vara que medimos también seremos medidos.  

Evidentemente el pasado nos bloquea, nos impide seguir transitando porque invertimos tanto tiempo pensando en los desaciertos y las malas decisiones del pasado, que no nos queda para pensar en las buenas decisiones que debemos ejecutar en este presente y tener un futuro dotado de propósito. 

Lo mejor no está en el pasado porque precisamente mirar al pasado es correr tras el viento, es perder el tiempo en algo que no puedes transformar, pero que ahora en el presente tienes la oportunidad de hacerlo y vivirlo de manera prudente y sabia.

Ya no podemos seguir viviendo del pasado y sus prácticas, sabiendo así que no tiene ningún propósito y estaríamos menospreciando el favor del Padre, entonces ¿cómo se puede vivir del pasado cuando existe un presente tan comprometedor y un futuro lleno de propósitos? si bien es cierto no lo hemos alcanzado todo porque hay muchas cosas que debemos cambiar, pero nuestro deber es olvidar las cosas que están en el pasado (aunque muchos las recuerden) y extendiéndonos a lo que esta adelante (aunque muchos se oponen) para cumplir la meta del supremo llamamiento (Filipenses 3:13-14). @jonathanor7

sábado, 12 de abril de 2014

¿Qué tanta Jametz (levadura) hay en nuestras vidas?


Por: Jonathan Colina


Shalom, cada vez que comenzamos un nuevo año profético en el Padre celestial se hace tan necesaria la meditación y reflexión en cada una de nuestras vidas y sobre todo el hecho de evaluar nuestras acciones y decisiones que tomamos y otras que dejamos de tomar. De alguna manera es menester de todo hijo reconocer sus fallas, de lo contrario se convierten en un gran obstáculo; en un Goliat que nos impide avanzar por el miedo que existe de no querer enfrentarlo para bienestar nuestro. 

Si hay algo que he logrado estudiar y me ha llamado la atención es que al acercarse la celebración de Pesaj, hay una instrucción celestial de sacar todo el jametz (levadura) que está en el hogar (Éxodo 12:15, 13:7, Deuteronomio 16:3-4) y de eta manera participar del Matzot (panes sin levadura) logrando así recordar la salida de la esclavitud egipcia para participar de la libertad que nos otorga el Padre y así servirle en espíritu y verdad.

El jametz representa la inclinación al mal, el impulso al pecado, la hipocresía, el orgullo, el ego y la arrogancia- jactancia. Así también los mismos sabios enseñan que la naturaleza del jametz simboliza el rasgo de carácter de arrogancia e hipocresía. La matzá sin leudar representa la humildad total. La humildad es el comienzo de la liberación y el fundamento del crecimiento espiritual. Sólo una persona que puede reconocer sus deficiencias, y someterse a una sabiduría más elevada, puede liberarse de sus propias limitaciones. Cuando comemos matzá, interiorizamos la cualidad de humildad como la esencia de la fe. No comiendo jametz, nos liberamos de la arrogancia y el egocentrismo.

Por eso el llamado que hace Pablo a la comunidad de Corinto al momento de celebrar la convocación de Pesaj:

“La jactancia de ustedes no es buena. ¿No han oído el dicho: "sólo se necesita un poco de jametz para leudar toda la masa?" Despójense del viejo jametz para que puedan ser una masa nueva, porque en realidad ustedes están sin levadura. Por lo que nuestro Cordero de Pésaj ya fue sacrificado. Vamos a celebrar el Seder, no con un jametz sobrante, el jametz de maldad y perversidad, sino el matzá de pureza y verdad (1 Corintios 5:6-8). 

Ahora bien, la diferencia que existe entre el jametz y el matzá solo es el tiempo, pues los ingredientes son los mismos. Por definición, la masa hecha de harina y agua que se deja por más de 18 minutos antes de que esté completamente leudada se convierte en jametz. La matzá al ser pan que no está fermentado, representa al hombre que controla sus pasiones, ya que experimenta la dependencia al Padre y su carácter es obediente y disciplinado.

En concordancia con ello, el mismo Mesias les dijo a sus discípulos:

Guardaos del Jametz (levadura) de los fariseos, que es la hipocresía (Lucas 12:1).

Cuidaos y guardaos del Jametz (levadura) de los fariseos y saduceos (Mateo 16:6).

La levadura de los fariseos era la hipocresía, esos que se creían más justos que los demás, que se sentían superiores a otros, que colocaban cargas que ni aun ellos mismos pudieron llevar, que por un lado eran legalistas pero que en ellos no había verdad, hasta el punto que fueron llamados sepulcros blanqueados y que por dentro había inmundicia y maldad (Mateo 23); de estos dijo el Mesias que nos guardáramos. 

Es evidente que todo los que pertenecen al pueblo del Eterno se encargan de cumplir con la instrucción de sacar todo el jametz de su hogar, pero ¿hasta qué punto estamos tan comprometido de sacar el jametz que hay en nuestras vidas?... de allí que el mismo Pablo nos invita a quitar esa vieja levadura (jametz), para que solo seamos una masa nueva (matzot) delante del Padre, sin hipocresía, arrogancia y orgullo; más bien practicando la verdad y la pureza.

La vieja levadura es la hipocresía de aquellos que creen ser más sabios que todos, que piensan que son mas santos que su prójimo, que solo ven la paja del ojo de su hermano y lo critica, pero no ve la viga que está dentro de sí mismo. Estos son los que se preocupan más por ver los errores de los demás, pero no se preocupan por ver los suyos para enmendarlos. Estos son los que se creen autosuficientes e independiente del Eterno, ya que piensan que tienen los meritos para participar de la convocación, pero lamentablemente no tiene tiempo para meditar en su vida y comprender que solo el Padre nos da la oportunidad de rectificar y participar del seder con dignidad.

Así como en un momento fuimos liberados de la esclavitud de egipto, así también por medio del Mesias fuimos liberados de la esclavitud del pecado; sabiendo esto: 
“que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con Él, a fin de que el cuerpo del pecado fuera desactivado para no servir más al pecado. Porque el que murió, ha sido libertado del pecado. Y si hemos muerto en el Mesias, creemos que también viviremos en Él; sabiendo que el Mesias, habiendo sido resucitado de entre los muertos, ya no muere: la Muerte no se enseñorea más de Él. Porque en cuanto a que murió, al pecado murió una vez por todas, pero en cuanto a que vive, para el Eterno vive. Así también vosotros, consideraos muertos al pecado, pero vivos para el Padre en Iehoshua el Mesias. No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, para que obedezcáis a sus concupiscencias y tampoco presentéis vuestros miembros como instrumentos de iniquidad para el pecado, sino presentaos vosotros mismos al Eterno como viviendo fuera de los muertos, y vuestros miembros al Padre como instrumentos de justicia” (Romanos 6:6-13).

Solo el Mesias nos da el merito de participar de esta convocación por medio de su sacrificio que nos imparte la justicia de Adonai, pero lamentablemente muchas veces somos hipócritas porque a la vista de los hombres damos a conocer una gran condición espiritual, pero dentro de sí cuando estamos en la presencia del Padre hay maldad y depravación, existe hipocresía y orgullo, no hay verdad ni pureza, hay arrogancia y autosuficiencia y por ningún lado emerge la humildad. 

Si la justicia fue impartida en nuestras vidas ya que fuimos crucificados en el Mesias, no podemos seguir esclavos al pecado, no podemos participar de la mala inclinación, no podemos deleitarnos del viejo hombre y las practicas hipócritas de su pasado. 

Hoy más que nunca necesitamos ser dignos de la justicia de Adonai, hoy más que nunca necesitamos probarnos, eso fue lo que el mismo Pablo nos dijo: “Entonces, tan a menudo como comáis este pan y bebáis la copa, la muerte del Mesias proclamáis hasta que venga. De manera que cualquiera que coma el pan o beba la copa del Mesias indignamente, será culpable del cuerpo y de su sangre. Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo y coma así del pan, y beba de la copa. Porque el que come y bebe sin discernir el cuerpo, juicio come y bebe para sí” (1 Corintios 11:26-29).

Debemos discernir lo que estamos celebrando, lo que se anuncia en tan importante convocación. Debemos comprender que fuimos justificados y que no podemos seguir esclavos del pecado ni con las practicas de nuestra vida antigua. Es el momento de probar que es lo que hay en nosotros, de ser sinceros con nosotros mismos y con el Padre que conoce todo. Tenemos que investirnos de la justicia, verdad y pureza, echando a un lado la hipocresía y jactancia que nos priva de celebrar la convocación dignamente. 

Es verdad que sacamos todo el jametz de nuestras casas, pero no olvidemos sacar todo el jametz de nuestras vidas. ¡SE HUMILDE DELANTE DE LOS HOMBRES Y SERAS EXALTADO POR EL PADRE! 

¡JAG SAMEAJ PESAJ! @jonathanor7