sábado, 24 de abril de 2010

¡Juntos y unidos en un propósito!


Shalom, cada vez que pasa el tiempo nos damos cuenta de una serie de acontecimientos que han venido sucediendo como resultado de la negligencia humana y acciones rebeldes que violan los principios bíblicos. Una de las razones por las cuales, nuestro país o estado no prospera o cumple el propósito es por la desunión en todos los ámbitos, en este caso los grupos políticos y “religiosos”; utilizando prestada esta expresión, pues sabemos que Dios no es religioso ni estableció tal cosa como la religión. El asunto es que la misma hace que vengamos de retroceso, pues nadie está de acuerdo con las acciones o el trabajo de cada quien; en el ámbito político vemos las luchas entre cada uno de los partidos o grupos, pero lo que más me llama la atención, es ver la división entre un mismo partido, donde cada quien trata de superar al otro, haciendo competencias para ver quién es el que mejor trabaja en pro de la colectividad, asimismo dentro del ámbito religioso, donde existe cada vez más las divisiones a causa de la rebeldía y el desacuerdo, se discriminan entre sí, mandándose al infierno por pertenecer a dicha creencia o pensamiento, estudian solo para ratificar sus propias doctrinas, no para buscar la verdad. ¿Donde llegaremos en esas condiciones? A ningún lado, es como aquellos que están en una guerra, y en lugar de matar a los enemigos se matan entre sí, no tuvieron discernimiento, se destruyeron entre ellos, así están ambos grupos, tanto e político como el religioso, en medio de un desacuerdo y falta de propósito. Claramente Iehoshúa dijo: Todo reino dividido contra sí mismo, es desolado; y toda ciudad o casa dividida contra sí mismo, no permanecerá (Lucas 11:17). Muchas veces estamos juntos, pero en desunión, no es lo más apropiado, quizás compartamos, interactuemos pero a la hora de accionar en beneficio a un propósito cada quien piensa diferente, ha allí cuando vienen los fracasos, cada quien está tomando decisiones diferentes que no alcanza ningún beneficio, por ende el mismo Mesías pedía al padre esa UNION entre la humanidad, “PADRE QUE ELLOS SEAN UNO, COMO TU Y YO SOMOS UNO”, es evidente que la unión entre Padre e Hijo fue lo que hizo perfecto, el plan y propósito establecido por Dios, cumpliéndose en gran magnitud, de la misma manera el poder hacer cumplir la voluntad divina en esta tierra; para ello es menester la UNION DE TODOS, trabajando en beneficio de un propósito y objetivo común, dejando a un lado tanto prejuicios, altivez, malas intensiones y desacuerdos que impide el avance humanístico y el desarrollo social y espiritual. Así que, hablemos todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, antes cumplamos el propósito, unidos en un mismo entendimiento y en un mismo parecer... Recordemos el refrán: “EN LA UNION ESTA LA FUERZA”. Bendiciones!

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